miércoles, 11 de enero de 2017

A propósito de un año nuevo...




De un año a otro

Por Esther Garwer y Rolando Zelaya y Ferrera

La celebración del año nuevo se remonta a hace 4000 años, pero no se inició en las culturas occidentales hasta hace sólo 400 años. La fiesta comenzó en la antigua Babilonia (hoy Irak) alrededor del 2000 a.C. Sin embargo, los babilonios comenzaron su año nuevo cerca del final de lo que hoy es marzo, un tiempo lógico para empezar un nuevo año ya que el invierno había terminado, la primavera con su nueva vida comenzaba y los cultivos se plantaban para el año siguiente. En el año 153 a.C. el Senado romano decretó que el año nuevo comenzaría el 1 de enero. Hizo este decreto para corregir el calendario, que se había salido de sincronía con el sol.  Si bien el primero de enero no tiene un significado agrícola o estacional, sí tenía un significado civil. En esa fecha, los recientemente elegidos cónsules romanos asumían sus cargos. Es interesante también, el hecho de saber que el mes de enero se llama así por el Dios romano Jano, que tiene dos caras que pueden representar el mirar hacia atrás al año viejo y la otra mirando hacia adelante, hacia el nuevo. La celebración del Año Nuevo era una práctica pagana y, por esta razón, la Iglesia Cristiana temprana la condenó. Sin embargo, para facilitar la conversión de los paganos al Cristianismo, la Iglesia aceptó la celebración del primero de enero, pero la convirtió en la Fiesta de la Circuncisión de Cristo.

Jano (en latín Janus, Ianus) en la mitología romana, es el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes que derivó de su nombre (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a enero).(Imagen cortesía de Pinterest.com)

Sobre el año nuevo en los pueblos prehispánicos, la doctora Yólotl González Torres, afirma que en el mundo mesoamericano las celebraciones de año nuevo se regían por un calendario conformado por 18 meses de 20 días. Más cinco sobrantes (mes corto), que iniciaba el año en fechas distintas, de acuerdo con cada cultura. Entre los mexicas, por ejemplo, el calendario daba inicio en el actual febrero, lo cual no tiene relación alguna con un acontecimiento astral de importancia, pues de acuerdo con el calendario mesoamericano, el mes de 20 días que precedía a los Nemontemi (mes corto o cinco días aciagos) marcaba el fin de año. Esto cambió con la influencia europea durante el período colonial y por ello en Honduras celebramos el 31 de diciembre cono fin de año de acuerdo a la cultura occidental.
El calendario que nos rige es el Gregoriano, llamado así porque fue impuesto en 1582 por el Papa Gregorio XIII, sustituyendo la cuenta juliana establecida por Julio César (que databa el nacimiento de Cristo en el año 1, dando lugar a nuestra Era). Con la nueva cuenta de 365 días, se siguió la costumbre ancestral de celebrar el fin de año el 31 de diciembre (que en el hemisferio norte coincide más o menos con el solsticio de invierno, el 25 de diciembre).(Imagen cortesía de http://gregorioxiii.blogspot.com)
  
PRONUNCIAMIENTO

Sólo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”.  Dalai Lama.

El 31 de diciembre de cada año es la fecha en que tradicionalmente la sociedad hondureña al igual que muchas otras naciones en el mundo, despiden de formas representativas y variadas el “Año Viejo o Nochevieja” y se preparan para recibir un “Nuevo Año” cargado en sí mismo de significados relacionados con las aspiraciones, anhelos, sueños, promesas y bendiciones de cada individuo, con el ferviente deseo expreso de que se conviertan en realidad. Son numerosas las tradiciones y supersticiones que existen con el Día de Nochevieja y el comienzo del nuevo año. En Honduras éste ritual varía en tradiciones de un lugar a otro, en algunos lugares o limpian la casa para eliminar las malas energías y atraer cosas mejores en sus vidas a la vez que se deshacen de lo que ya no sirve y reciben el año con un hogar totalmente limpio; o sino, barren con una escoba únicamente desde la puerta de la casa hacia la calle. Significado: Simboliza expulsar de tu casa las malas vibras, las penas y la negatividad. En otros en cambio, se visten con ropa nueva, y procuran estrenar alguna prenda para recibir el año nuevo. Significado: Implica que en todo el año no te faltará ropa nueva. Muy pocos en cambio, salen de la casa llevando una maleta consigo, y dan una vuelta alrededor de su colonia. Significado: Simboliza su deseo de viajar en el año que llega. Otros, utilizan ya sea ropa blanca: Se relaciona con alejar las enfermedades y atraer la buena salud, o bien, comienzan el Nuevo Año con una prenda interior de color rojo para atraer el amor durante todo el año; hay quienes incluso dentro de las supersticiones de su lugar optan por usar ropa interior al revés esa noche, para atraer la abundancia de ropa ese año nuevo. Lo cierto es que, la gran mayoría inicia con la debida y apropiada preparación tanto de alimentos, postres, bebidas y música para recibir de forma cálida, alegre, emotiva y festiva, a los demás miembros de su familia que en muchos casos hace mucho tiempo no pueden compartir una cena todos juntos. De ésta reunión resultan prácticas tales como: 1. La elaboración y posterior quema a la medianoche del 31 de diciembre de un monigote que representa básicamente el “año viejo” que termina, elaborado con ropa vieja o cartón, relleno de papel periódico y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, diseñado en la mayoría de ocasiones con rostros de políticos o personajes que defraudaron con sus actos a la sociedad durante ése año que se despide. Su significado: Una “depuración simbólica” para alejar la mala suerte o las energías negativas de todo lo malo que dejó el año saliente. 2. La toma de las doce uvas el Día de Fin de Año es una tradición española que más tarde se extendió a otros países. Tras la cena, la gente prepara para cada persona doce uvas. Las doce uvas son tomadas por cada una de las campanadas repicadas por la iglesia cercana. Su significado: Simbolizan sus deseos y proyectos para los 12 meses del año que inicia. 3. Tras el brindis de la media noche mucha gente llama por teléfono a sus personas más queridas para desearles un Feliz Año Nuevo o también mucha gente manda mensajes o WhatsApp a través de sus teléfonos móviles para felicitar a los suyos y desearles un buen año. Todo lo anterior, dichosamente, evidencia una incuestionable multiculturalidad que nos identifica como hondureños en éste tipo de festividades, queda únicamente en mi humilde opinión, alejarnos cada vez más de tan sólo desear en ésta época algo (entendiendo el deseo como el interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo)  que no vendrá a tu vida por simple suerte, causalidad o azar, sino más bien, ocúpate en organizar tu mente, tus recursos y tu vida con todas las habilidades y competencias que posees en función de disponerte a trabajar de forma inquebrantable y tenaz por obtener y cumplir esforzadamente tus aspiraciones en éste nuevo año. ¡Productivo y provechoso 2017!

FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Jano
https://es.pinterest.com/pin/407294360029794857/
http://superdotados.about.com/od/familylife/p/about_new_years.htm