Por Cnel ® J.C. ROSA H.
A raíz de las
gestiones de nuestro Gobierno tendentes a la recuperación de las ISLAS SANTANILLA
O DE “EL CISNE”, por muchos años bajo el protectorado de los ESTADOS UNIDOS DE
AMERICA, a finales del año de 1971, se realizó un viaje de reconocimiento al
mencionado territorio insular nuestro, por parte de altos funcionarios
hondureños y miembros de la Misión Diplomática estadounidense, acreditada en
nuestro país.
El viaje fue
auspiciado por el entonces Embajador de ESTADOS UNIDOS, Dr. RYAN, en un Avión
C-47 de la Fuerza Aérea Norteamericana, participando el selecto grupo de
personas que a continuación detallo:
Dr. HEWSON A. RYAN, Embajador de los EE.UU.
Dr. EDWARD
MARASCIULO, Director de la AID.
Sr. ROBERTO SHAW,
Embajada EE.UU.
Sr. ALEG ALEXANDER,
Embajada EE.UU.
T/Cnel SMITH,
Pilot USAF.
Mayor THOMAS
A. JOHNSON, Piloto USAF.
Sargentos BLAIS y FOWLER, USAF.
Dr. CARLOS A. FERRO,
Embajador de ARGENTINA.
Abogado RICARDO ZÚÑIGA AGUSTINUS, Secretario de Gobernación y Justicia.
Ingeniero ROBERTO E. CANTERO R. Secretario de Comunicaciones y Transporte.
Licenciado
GUILLERMO LOPEZ RODEZNO. Secretario del Despacho Presidencial.
Licenciado RICARDO ARTURO PINEDA MILLA, Subsecretario de RR. EE. Y otros
Selectos invitados que se escaparon de mis apuntes sobre la marcha. Conste.
Cnel DEM JOSE DE LA CRUZ HERNÁNDEZ
R. Jefe del Estado Mayor de las FF.AA.
El Avión C-47 de la USAF, con Registro N 0-49280 despegó muy temprano de
TONCONTIN el día viernes 3 de diciembre de 1971 y, en una altura de crucero, enfiló hacia el Nord-Este
en busca de las islas “Faro del Caribe”. En el trayecto hacia las mismas me
dediqué a entablar una grata
conversación con los demás pasajeros y con los respetuosos Pilotos que salían
de la cabina para informarnos del curso
del vuelo y para atendernos, también
aproveché el tiempo para tomarles
algunas fotografías a los compañeros de viaje.
Pasada más de una hora y media se nos anuncia estar llegando a las famosas
islas. Voy, invitado gentilmente, a la cabina de mando de la nave y desde allí
veo aparecer las ISLAS SANTANILLA o de EL CISNE y, mi primera impresión –siempre
imperecedera-, es que las mismas parecen un gran porta-aviones pero pequeñas
como territorio insular. Desde mi punto de observación, junto a los Pilotos, me
dedico a tomarles fotos hasta casi el momento de aterrizar. Realmente me siento
impresionado porque este pequeño grupo insular configura el todo de la Patria.
Ese todo que pronto se va a incorporar al suelo de la nación, porque las
negociaciones para su completa recuperación van muy adelantadas y este primer
viaje tiene ese objetivo: Conocerlas por parte de funcionarios hondureños y
norteamericanos antes de su traspaso final.
Aterrizamos sin novedad. Se acercan al avión pobladores de la Isla. Unas 35
personas entre técnicos de aeronáutica estadounidenses y hondureños, así como otros elementos considerados como “isleños”.
Ellos se muestran contentos con la visita nuestra y de inmediato nos ilustran
acerca del lugar y sobre la gran importancia de la Estación Metereológica que
allí funciona, porque sirve de faro a aeronaves o de superficie. O sea que es un
elemental punto de referencia para orientar el tráfico naval y aéreo en una
zona vital en el Mar Caribe.
Se visitan las instalaciones y los técnicos
hacen demostraciones de su trabajo. Para el caso, se lanza al espacio una
“sonda”, un globo con un instrumento electrónico que registra la humedad, la
dirección del viento, su velocidad y otros factores que van siendo señalados
por un receptor en tierra y consignados en papel especial.
La acción demostrativa cuesta como $ 75.00
(L. 150.00), que es importe del instrumento en sí, no es recuperable y se
utilizan dos diariamente, uno por la mañana y otro por la tarde... (Insinué
atarles un hilo fuerte para traerlas de regreso pero técnicamente no es
aceptable dicha propuesta). La Estación meteorológica forma parte de una red para control de
Huracanes y cada tres horas envía
datos del sistema a la central de MIAMI, EE.UU. La opera un Técnico
norteamericano, cuatro observadores metereológicos y seis elementos hondureños
para su mantenimiento.
Uno de los técnicos que nos ilustra, dice
venir de otra base similar pero en GROENLANDIA, allá seis meses en el frío
glacial y aquí otros seis meses en el calor tropical. Una vida de aventura o de
mucha responsabilidad profesional, que hacen al hombre desplazarse de uno a
otro confín disímil pero con el propósito de servir a la humanidad.
El agua potable es obtenida de la lluvia y
almacenada en cisternas especiales. Como en la zona llueve constantemente, el
precioso líquido no falta, pero se tiene mucho cuidado en su uso.
Algunas de las instalaciones son de
“emergencia” que resultan ser refugios cavados en el duro suelo (coralino) y
tienen todo lo necesario para poder subsistir en ellas por varios días, como
cuando se desatan huracanes, para el caso.
Recorrimos parte de la Isla Grande y en sus
playas logramos encontrar algunos especimenes de iguanas (garrobos hermosos),
que parecen son oriundos del lugar (¿?); como los pobladores de las islas no
los molestan, ellos se desplazan tranquilamente, no le temen al hombre y aún
cuando uno se les acerca, no huyen, lo miran a uno y dejan que uno se acerque
de a “jeme” tal como lo pudimos comprobar.
Y a propósito de la fauna insular, notamos
unos cuantos ejemplares de bovinos, bien cuidados y con una gran cualidad: No
tener adheridas garrapatas u otro ácaro como los que son peculiares en el
“interior del país”; o sea que en este pequeño paraíso no han llegado todavía
algunas pestes que tanto daño hacen al hombre o a los mismos irracionales.
Algo digno de revivir es el pasaje del que
fue protagonista un miembro de la tripulación del C-47. Resulta que una vez que
estamos en tierra firme, aparcado el avión y ya la delegación tomando contacto
con los habitantes del lugar, el referido miembro de la USAF, ni corto ni
perezoso, salió de la aeronave en traje de baño, con un “snorkel” y arpón de
pescador. Iba a bucear en las transparentes aguas de las costas de la Isla. Su
regreso fue más bien pronto que tardío y de emoción: ¡Traía un hermoso pez
cazado a poca profundad! Hubo frases de encomio, de admiración y, al final, se
le tiraron algunas planchas fotográficas para plasmar en el papel aquel
agradable momento que, con razón, hacen las delicias de los pescadores. Lo
anterior vino a ser una muestra palpable de las riquezas marinas del lugar.
Con el propósito de no perturbar las
alacenas de los “santanillanos”, porque sabíamos que su logística era precaria,
en el avión USAF se llevaba el “lunch” y alunas cervezas del “interior” de poca
circulación en las Islas; se les brindaron éstas a algunos de los nativos y a
los técnicos, lo cual contribuyo a hacer más ameno el incipiente nexo de
amistad; ellos quisieron responder y nos ofrecieron “apple- pie”. Entre uno y
otro halago se logró establecer la comprensión y la camaradería, tanto con nuestros
compatriotas isleños así como con los técnicos extranjeros.
Para finalizar este histórico relato, un
resumen de lo visto y vivido aquel inolvidable día:
El viaje vía aérea TEGUCIGALPA-ISLA GRANDE
en avión tipo C-47 dura aproximadamente hora y media, dependiendo del estado
del tiempo. La pista de aterrizaje tiene una extensión aproximada de 4.048’ y
esta en buen estado. Existe en ella una estación de control de vuelos. Las
instalaciones son en base de cemento, estructura de madera y lámina. Algunas están
abandonadas. Existe un pequeño muelle para naves de superficie de cerca de
cien pies. La bahía es mediana. Cuentan
con energía eléctrica (2 motores) y el agua potable se obtiene de la lluvia,
almacenada en cisterna. Cuenta con una población de cerca de 35 personas entre guanajeños,
norteamericanos y oriundos de la isla DEL GRAN CAIMAN. La Estación forma
parte de una red para control de Huracanes y cada tres horas envía datos
metereológicos a la Central de MIAMI, EE.UU. La operan un Técnico norteamericano, cuatro
observadores metereológicos y seis hondureños. Las Islas son de configuración
plana, con vegetación (baja) tropical y, entre ellas, tienen una separación
como de unos cien metros. La fauna la componen bovinos, iguanas y gaviotas. No
hay garrapatas. (Apuntes sobre la marcha).
Algo de suma importancia sobre este relato,
es lo que escribió después el distinguido Embajador de la ARGENTINA, Dr. FERRO,
que me permito transcribir:
“EL 22 DE NOVIEMBRE DE 1971, SE FIRMO EN SAN
PEDRO SULA, EL TRATADO DE LAS ISLAS DEL CISNE O SANTANILLA ENTRE EL
REPRESENTANTE ESPECIAL DEL PRESIDENTE RICHARD M. NIXON, CONSEJERO ROBERT H.
FINCH, Y EL SEÑOR PRESIDENTE DE HONDURAS, DOCTOR RAMON E. CRUZ, PONIÉNDOSE PUNTO FINAL A LA LARGA RECLAMACIÓN
DIPLOMÁTICA HONDUREÑA. EN VIRTUD DE LO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO PRIMERO DE
ESE DOCUMENTO, EL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS RECONOCIÓ LA PLENA SOBERANÍA
DE LA REPÚBLICA DE HONDURAS SOBRE LAS HASTA ENTONCES ISLAS IRREDENTAS. POCOS
DÍAS MÁS TARDE EL EMBAJADOR RYAN INVITÓ A LOS SEÑORES MINISTROS DE GOBERNACIÓN,
RELACIONES EXTERIORES, PRESIDENCIA, COMUNICACIONES, AL VICEPRESIDENTE DEL
CONGRESO (sic) Y AL JEFE DE ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS ARMADAS, A FORMALIZAR
UNA PRIMERA PRESENCIA OFICIAL HONDUREÑA EN LAS ISLAS, LA QUE SE EFECTUÓ CON
TODA FELICIDAD.”
Para concluir el relato de esta histórica
misión, diré que regresamos a TEGUCIGALPA el mismo día viernes 3 de Diciembre de 1971, muy
complacidos porque la misma fue sin contratiempo, de franca camaradería y de
gran proyección nacional.
Tegucigalpa,
D.C. 6 de febrero de 1981
ADDENDA:
El día viernes 1 de septiembre de 1972 se
realizó en la Isla Grande de EL CISNE (son dos), un histórico acontecimiento al
recibir oficialmente, el Gobierno de Honduras, la propiedad de las mismas, de
parte del gobierno de los Estados Unidos de Norte América.
De la ceremonia resultante existen infinidad
de documentos: Reportes oficiales, discursos,
crónicas, listas de los concurrentes y fotografías históricas. Yo logré
rescatar algunos recortes de prensa y fotografías de la Embajada Americana,
pero no mi informe oficial ni mis
propias fotografías. Debo hacer énfasis
que a mí persona se delegó como representante de las Fuerzas Armadas, y,
en dichos actos, estuve formando parte del
grupo de honor al lado del Excmo. Presidente Dr. Ramón Ernesto Cruz, el
Embajador Dr. Hewson A. Ryan y el Ministro de RR.EE. Dr. Andrés Alvarado
Puerto. Ver fotos adjuntas.
Ahora bien, el próximo día sábado 1 de Septiembre
del año que corre (2012) se cumplirá el XXXX Aniversario de tan memorable
suceso histórico nacional. Y creo que dicha fecha (Si no lo está) debería ser celebrada siempre, apoteósicamente, e incluida en el calendario
oficial, como un aporte a la Soberanía Nacional.
En
esta relación incluyo el artículo escrito por el Lic. Jorge Fidel Durón (QDDG),
titulado
“VUELVEN A NUESTRA SOBERANIA LAS
ISLAS SANTANILLA”, aparecido en extinto Diario EL DIA, el 5 de septiembre de
1972. El Dr. Durón menciona a dos Vise Presidentes del C. N. y ellos eran el
Prof. VICTOR CACERES LARA y el Lic. CARLOS ROBERTO REINA. Los Embajadores que menciona eran: Costa
Rica Dr. RAFAEL LOPEZ GARRIDO, España
Don ALBERTO PASCUAL VILLAR, de Guatemala el Coronel LUIS URRUTIA DE LEON y el
de Nicaragua Don RICARDO GARCÍA LECLAIR. Hasta aquí mi investigación.
Véanse tres fotografías del memorable
evento.
No 1.- Dr.
Ramón E. Cruz, Presidente de
Honduras.
Dr. Hewson A. Ryan, Embajador de los Estados
Unidos.
Cnel José de la Cruz Hernández Rosa, Jefe del
Estado Mayor.
Lic. Andrés Alvarado Puerto, Ministro de RR.EE.
Cnel
Ernest A. Hinojosa jr. Comandante del Grupo
Militar.
Cmte Richard
L. Schreadley, Jefe del Destroyer BLAKELY, USA.
Lic. Jorge A. Coello. Jefe del
Ceremonial Diplomático.
Al saludar los Himnos de los Estado
Unidos y el de Honduras.
No 2.- Cmte Richard L. Schreadley.
Monseñor Lorenzo Antonetti, Nuncio de Su Santidad.
Cnel J.
de la C. Hernández R.
Dr. Ramón
Ernesto Cruz.
Cnel Francisco
Alvarado Castañeda, Jefe Estado Mayor Presidencial.
Lic. Jorge
A Coello.
Capitán J. E. Chinchilla, Secretario del Estado Mayor FF.AA.
Cadetes Destroyer Blakely
Al momento de iniciar su discurso el
Embajador Dr. Ryan.
No 3.- Dr. Ramón
E. Cruz.
Dr. H.
A. Ryan.
Cnel J.C. Hernández R.
Sr. Conductor
¿? Recorriendo la Isla Grande.
Para finalizar estos apuntes históricos me
gustaría poder ayudar al ente encargado de la historia nacional para aportar
otros datos acerca de tan apreciadas islas hondureñas. También excitar a ex
funcionarios o sus allegados que tuvieron participación en tan memorable
acontecimiento, para que me ayuden a recordar a los demás hondureños que
estuvieron allá presentes.
El Conductor era senor Spencer Bennet de Savanah Bight, Guanaja, Islas de la Bahia, Honduras.
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