El Tratado de Paz de 1907
Miguel Rafael Dávila Cuéllar
Por Rolando Zelaya y
Ferrera
El 28 de abril, la Junta Provisional hizo entrega del mando a Miguel
Rafael Dávila Cuéllar quien había sido vice-presidente bajo la administración
de Manuel Bonilla. Dávila convocó a una asamblea constituyente. Ésta
restableció la constitución de 1894, convocó a elecciones en la cual el mismo,
Miguel R. Dávila resultó electo presidente para el periodo 1908-12.
Miguel R. Dávila no era hombre de confianza para el presidente
nicaragüense, José Santos Zelaya. Por lo que el prospecto de nuevos conflictos
llamó la atención del presidente norteamericano, Theodore Roosevelt, teniendo
en cuenta los fuertes intereses económicos de los Estados Unidos, tanto en
Nicaragua como en Honduras, éste convocó a una conferencia en Washington.
La llamada Conferencia de Paz Centroamericana de 1907 hizo un gran
esfuerzo para reducir el nivel de conflictos en la región. Honduras propuso
restablecer la unión de los Estados centroamericanos, pero esta no tuvo
aceptación. Sin embargo, varias otras medidas fueron adoptadas. Los cinco
presidentes firmaron el Tratado General de Paz y Amistad de 1907 y se comprometieron
a establecer la Corte Permanente de Justicia Centroamericana, la cual
resolvería disputas en un futuro.
El tratado también comprometía a los cinco países a restringir las
actividades de los exiliados de los estados vecinos y sentó las bases para las
extradiciones legales. De especial interés fue una cláusula, patrocinada por
los Estados Unidos. En ésta, se establecía la neutralidad permanente de
Honduras, en los futuros conflictos de América Central.
Los cinco Estados se comprometieron a denegar el reconocimiento de
gobiernos que llegaran al poder por medios revolucionarios. Los Estados Unidos
y México, que había actuado como co-patrocinadores de la conferencia, se
comprometieron también a negar el reconocimiento a tales gobiernos. Desde el
punto de vista del Departamento de Estado de Estados Unidos, estos acuerdos
representaban un paso importante hacia la estabilización de América Central y
la de Honduras en particular.
La primera prueba de fuego del 'Tratado', la tuvo Honduras en 1908. Los
adversarios del presidente Dávila, con el apoyo de Guatemala y El Salvador,
invadieron el país. Nicaragua apoyó al presidente hondureño, y la guerra
parecía inminente. Pero por temor a una intervención norteamericana, los
involucrados acordaron someter la controversia a la nueva Corte
Centroamericana. El tribunal rechazó en última instancia las quejas de Honduras
y Nicaragua, al mismo tiempo que la rebelión en contra de Dávila se derrumbaba.
Con estos hechos se restableció brevemente, la paz en Honduras.
Dávila y la deuda externa: Durante su administración, Miguel
Dávila trató de modernizar el país, pero además de luchar contra la oposición,
el presidente se encontró con la difícil tarea de lidiar con la deuda externa
de Honduras, valorada en US$120 millones. De acuerdo a la administración del
presidente estadounidense William Howard Taft, la deuda era un factor que
contribuía a la inestabilidad política y social del país. Debido a ello, se
iniciaron esfuerzos para re-financiar dicha deuda, gran parte de la cual se
adeudaba a Inglaterra.
Las negociaciones se organizaron entre los representantes de Honduras y
los banqueros de Nueva York, dirigida por JP Morgan. A finales de 1909, un
acuerdo alcanzado prevé una reducción de la deuda y la emisión de nuevos bonos
del 5 por ciento: los banqueros controlarían el ferrocarril de Honduras, y el
gobierno de Estados Unidos tomaría el control de los ingresos de aduanas y
asimismo éste se comprometió a garantizar la independencia del estado
hondureño.
A los términos propuestos por los banqueros hubo en Honduras una gran
oposición, lo que debilitó aún más el gobierno del presidente Miguel Dávila.
Finalmente se decidió por llevar a cabo las disposiciones más importantes. Pero
esto fue visto por los hondureños, como una violación a la soberanía nacional.
Por esta razón, El congreso en una rara muestra de independencia, rechazó las
propuestas por un voto de treinta y tres a cinco. Pero Miguel Dávila continuó
presionando al congreso para que se aprobaran las disposiciones adoptadas.
Renuncia del presidente Dávila: En medio de todo los problemas que
enfrentaba la administración Dávila, éste quiso ponerle un alto a las generosas
concesiones otorgadas a las compañías fruteras. Esto provocó la ira de Samuel
Zemurray dueño de la Cuyamel Fruit Company quien entonces se dio a la tarea de
financiar una revolución en contra de Dávila con el propósito de derrocarle.
Para este fin contó con la ayuda del ex-presidente Manuel Bonilla y mercenarios
norteamericanos liderados por Lee Christmas.
El asunto de la deuda externa se interrumpió, debido al levantamiento
producido en 1911 en contra del presidente Dávila. Éste convocó de inmediato a
sus fuerzas para enfrentar las fuerzas del ex presidente Bonilla, sin embargo,
el gobierno norteamericano se ofreció mediar en el conflicto. A bordo del USS
Tacoma, en la bahía de Puerto Cortés, los representantes de ambos bandos se
reunieron a partir del 21 de febrero. La reunión concluyó el 15 de marzo de ese
mismo año.
Los revolucionarios, encabezados por el ex presidente Manuel Bonilla, y
el gobierno acordaron lo siguiente: Ponerle un alto el fuego, la forzada
renuncia del presidente Dávila y la instalación de un presidente provisional.
Al término de la reunión, el mediador norteamericano, Thomas Dawson, seleccionó
a Francisco Bertrand, como presidente provisional y éste a cambio se
comprometió a celebrar elecciones libres.
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