domingo, 10 de marzo de 2013

Elección de Miguel Rafael Dávila




El Tratado de Paz de 1907


Miguel Rafael Dávila Cuéllar



Por Rolando Zelaya y Ferrera

El 28 de abril, la Junta Provisional hizo entrega del mando a Miguel Rafael Dávila Cuéllar quien había sido vice-presidente bajo la administración de Manuel Bonilla. Dávila convocó a una asamblea constituyente. Ésta restableció la constitución de 1894, convocó a elecciones en la cual el mismo, Miguel R. Dávila resultó electo presidente para el periodo 1908-12.

Miguel R. Dávila no era hombre de confianza para el presidente nicaragüense, José Santos Zelaya. Por lo que el prospecto de nuevos conflictos llamó la atención del presidente norteamericano, Theodore Roosevelt, teniendo en cuenta los fuertes intereses económicos de los Estados Unidos, tanto en Nicaragua como en Honduras, éste convocó a una conferencia en Washington.

La llamada Conferencia de Paz Centroamericana de 1907 hizo un gran esfuerzo para reducir el nivel de conflictos en la región. Honduras propuso restablecer la unión de los Estados centroamericanos, pero esta no tuvo aceptación. Sin embargo, varias otras medidas fueron adoptadas. Los cinco presidentes firmaron el Tratado General de Paz y Amistad de 1907 y se comprometieron a establecer la Corte Permanente de Justicia Centroamericana, la cual resolvería disputas en un futuro.

El tratado también comprometía a los cinco países a restringir las actividades de los exiliados de los estados vecinos y sentó las bases para las extradiciones legales. De especial interés fue una cláusula, patrocinada por los Estados Unidos. En ésta, se establecía la neutralidad permanente de Honduras, en los futuros conflictos de América Central.

Los cinco Estados se comprometieron a denegar el reconocimiento de gobiernos que llegaran al poder por medios revolucionarios. Los Estados Unidos y México, que había actuado como co-patrocinadores de la conferencia, se comprometieron también a negar el reconocimiento a tales gobiernos. Desde el punto de vista del Departamento de Estado de Estados Unidos, estos acuerdos representaban un paso importante hacia la estabilización de América Central y la de Honduras en particular.

La primera prueba de fuego del 'Tratado', la tuvo Honduras en 1908. Los adversarios del presidente Dávila, con el apoyo de Guatemala y El Salvador, invadieron el país. Nicaragua apoyó al presidente hondureño, y la guerra parecía inminente. Pero por temor a una intervención norteamericana, los involucrados acordaron someter la controversia a la nueva Corte Centroamericana. El tribunal rechazó en última instancia las quejas de Honduras y Nicaragua, al mismo tiempo que la rebelión en contra de Dávila se derrumbaba. Con estos hechos se restableció brevemente, la paz en Honduras.

Dávila y la deuda externa: Durante su administración, Miguel Dávila trató de modernizar el país, pero además de luchar contra la oposición, el presidente se encontró con la difícil tarea de lidiar con la deuda externa de Honduras, valorada en US$120 millones. De acuerdo a la administración del presidente estadounidense William Howard Taft, la deuda era un factor que contribuía a la inestabilidad política y social del país. Debido a ello, se iniciaron esfuerzos para re-financiar dicha deuda, gran parte de la cual se adeudaba a Inglaterra.
Las negociaciones se organizaron entre los representantes de Honduras y los banqueros de Nueva York, dirigida por JP Morgan. A finales de 1909, un acuerdo alcanzado prevé una reducción de la deuda y la emisión de nuevos bonos del 5 por ciento: los banqueros controlarían el ferrocarril de Honduras, y el gobierno de Estados Unidos tomaría el control de los ingresos de aduanas y asimismo éste se comprometió a garantizar la independencia del estado hondureño.

A los términos propuestos por los banqueros hubo en Honduras una gran oposición, lo que debilitó aún más el gobierno del presidente Miguel Dávila. Finalmente se decidió por llevar a cabo las disposiciones más importantes. Pero esto fue visto por los hondureños, como una violación a la soberanía nacional. Por esta razón, El congreso en una rara muestra de independencia, rechazó las propuestas por un voto de treinta y tres a cinco. Pero Miguel Dávila continuó presionando al congreso para que se aprobaran las disposiciones adoptadas.

Renuncia del presidente Dávila: En medio de todo los problemas que enfrentaba la administración Dávila, éste quiso ponerle un alto a las generosas concesiones otorgadas a las compañías fruteras. Esto provocó la ira de Samuel Zemurray dueño de la Cuyamel Fruit Company quien entonces se dio a la tarea de financiar una revolución en contra de Dávila con el propósito de derrocarle. Para este fin contó con la ayuda del ex-presidente Manuel Bonilla y mercenarios norteamericanos liderados por Lee Christmas.

El asunto de la deuda externa se interrumpió, debido al levantamiento producido en 1911 en contra del presidente Dávila. Éste convocó de inmediato a sus fuerzas para enfrentar las fuerzas del ex presidente Bonilla, sin embargo, el gobierno norteamericano se ofreció mediar en el conflicto. A bordo del USS Tacoma, en la bahía de Puerto Cortés, los representantes de ambos bandos se reunieron a partir del 21 de febrero. La reunión concluyó el 15 de marzo de ese mismo año.

Los revolucionarios, encabezados por el ex presidente Manuel Bonilla, y el gobierno acordaron lo siguiente: Ponerle un alto el fuego, la forzada renuncia del presidente Dávila y la instalación de un presidente provisional. Al término de la reunión, el mediador norteamericano, Thomas Dawson, seleccionó a Francisco Bertrand, como presidente provisional y éste a cambio se comprometió a celebrar elecciones libres.

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