miércoles, 3 de octubre de 2012

Tegucigalpa, ciudad de siglos…

 Tegucigalpa, ciudad de siglos…

Dominicales  23 septiembre, 2012 - 10:35 AM

Por Esther Garwer y Rolando Zelaya y Ferrera

La existencia del río provocó una sedimentación en las áreas aledañas a los montes, generando pequeños valles sedimentarios en ambas márgenes del río, la acumulación de arena y otros residuos en la confluencia con el río Chiquito creó una isla artificial de regular tamaño, en la que el río se partía en dos brazos, uno a cada lado de la misma; de tanta significación fue este islote, que desde la época colonial el lugar se conoce con el nombre de La Isla, aunque en épocas recientes, su forma difiera tanto de la que originalmente tuvo. Frente a este islote, el Rio también formó una gran planeada que será de gran importancia en épocas posteriores; lo cierto es que para finales del siglo XIV pequeños poblados indígenas se encontraban viviendo en el lugar. Se presupone que estos pobladores fueron producto de la trashumancia, ya que Tegucigalpa era una ruta alterna hacia el valle de Comayagua para los pobladores de Texiguat y zonas aledañas, así como para los que venían de Comayagua hacia el Valle de Olancho.  De hecho, en la mayoría de los documentos del siglo XVI se habla de Tegucigalpa al referirse al poblado de aborígenes.  Estos primeros pobladores, fueron indígenas de diferentes etnias aunque con un fuerte predominio de raza lenca, fuerte al momento del contacto, aunque no podemos dejar por aparte la aculturación que en épocas posteriores recibirían de otros grupos indígenas como ser xicaques, payas y chorotegas.

Estos primitivos habitantes dependían en su economía de los indígenas del Valle de Comayagua.  Los habitantes del área de Tegucigalpa no eran más que grupos humanos con culturas marginales que nunca tuvieron un centro urbano.  De hecho se encontraban dispersos, unos en lo que hoy se conoce como el Barrio Abajo, otros en el área del actual mercado San Isidro en Comayagüela y otros en las faldas del cerro El Picacho.  Sin embargo, estudios recientes han revelado que, quizás antes del contacto con los españoles, las zonas circundantes que se encontraban el la parte alta de las pequeñas mesetas del lugar, si crearon culturas incipientes que dejaron montículos y otras estructuras de menor importancia, como las encontradas cerca de la actual Colonia Kennedy y El Tablón. El hecho de encontrarse en las partes altas de las mesetas aunado al tipo de estructuras encontradas, hacen suponer que podrían tratarse de pequeños fuertes defensivos o resguardos para el trafico humano hacia los distintos lugares del país, aunque la falta de un proyecto arqueológico para Tegucigalpa, nos impide comprobar la veracidad de tal hipótesis. De hecho, mucho de lo que pudo haberse rescatado se ha perdido con el crecimiento urbano, lo que hará mas difícil la labor antes mencionada si  llega a hacerse.

El dato histórico más antiguo es el documento redactado por Don Pedro de Alvarado al hacer el repartimiento de la Villa de San Pedro de Puerto Caballos en 1536, donde aparece el nombre de Tegucigalpa; aunque el primer documento más fiable sobre su existencia es una carta informe de Alonso de Cáceres en donde refiere los hechos que lo llevan a conocer el valle de Olancho y funda la Villa de San Jorge de Olancho. Don Alonso de Cáceres informa al Adelantado de Yucatán Francisco de Montejo  “que tanto cuando iba como cuando venía de fundar la dicha Villa pasó por un pueblo de indios que llaman Tegucigalpa y que está en un cruce de caminos que conectan el centro con el oriente”. Esta carta informe está fechada en el Año de nuestro Señor de 1546, aunque a juicio del historiador Mario Felipe Martínez es curioso que dicha población no se mencione en otros documentos de la época, en especial los testamentos de varios españoles ya afincados en el territorio. En 1580 el gobernador de Las Honduras, Don Alonso Contreras de Guevara informa al Rey desde Guatemala que “el 16 de Abril de 1580 comunico a S.M. que unos yndios del pueblo de Tegucigalpa le llevaron al Justicia Mayor de Valladolid de Comayagua Don José de Santiaponce un buen mineral que al fundirlo se vió que era plata de buena lei”.

Por ser una ruta alterna de tráfico comercial y migratorio, es factible que entre 1540 y 1560, habitantes de Comayagua hayan emigrado a la zona y posteriormente encontrado vetas de plata en las montañas, en especial las de Santa Lucía y que desde esa fecha se haya iniciado una incipiente extracción minera y por ende, un pequeño pero significativo flujo migratorio hacia la zona. Prueba de ello podría ser los siguientes hechos: “Hernando Bermejo, Teniente Gobernador y Visitador en las Provincias de Higueras y Honduras, por el ille. señor Licenciado Alonso Ortiz de Elgueta, Gobernador por  Su Majestad de ellas, recibió una solicitud  de  Lope de Cáceres, vecino de la ciudad de Valladolid del Valle de Comayagua, en que éste manifestaba tener una necesidad de poner una estancia de yeguas en la Sacualpa Vieja del pueblo de Tapale. Serían ocho leguas del dicho pueblo y quería tener allí unos garañones para su granjería y para ayuda a su sustento. Pidió, pues, que se le hiciera merced del dicho sitio y tierras. Bermejo hizo comparecer a los indios, les hizo entender la solicitud por un intérprete y ellos dijeron que no tenían necesidad de dicha tierra ni les causarían perjuicio las yeguas y hasta podía el solicitante poner vacas, aunque éstas corrían mucha tierra. Atento a esto, Bermejo, en nombre de Su Majestad, hizo merced a  Lope de Cáceres, en Agalteca, a 15 de Abril de 1567, de dicha tierra y sitio, para que allí pudiera tener la estancia de yeguas y garañones, a condición de tenerla poblada en dos años de la fecha y en los siguientes años, porque, no haciéndolo y cumpliendo así, no habría merced y se podría otorgar la tierra a otra persona. Cáceres podía vender y enajenar el sitio, como no fuera a iglesia o monasterio ni hospital ni cofradía ni a persona poderosa, salvo que fuera llana y abandonada; se le hizo la merced sin perjuicio del tercero.

El primero de Agosto de 1576, Alonso de Cáceres, fundador de Valladolid de Comayagua, Alcalde Mayor mandado por  el Licenciado Alonzo Ortiz de Elgueta, Teniente General de  la Provincia de Higueras y Honduras por el ille. señor don Diego de Herrera, Gobernador  y Justicia Mayor de ella por Su Majestad, fue a la parte y lugar que le señaló Gregorio Muñoz, para poner a éste en posesión del sitio que había pedido, en señal de la cuál se paseó por el dicho sitio, y cortó unas ramas, y arrancó, etc…. En el Valle de Agalteca, en la Ciuadad de Valladolid en 16 de Septiembre de 1579, ante el Teniente Alonso de Cáceres por Su Majestad, en estas provincias y ante Andrés de Rodas, escribano nombrado, se presentó una petición de Gregorio Muñoz, en que solicita éste cuatro caballerías en el Valle de Siria, riberas de un  Rio grande, para sembrar maíz. Estas caballerías, que no estaban sembradas y eran tierras yermas, se medirían desde donde los indios solían sembrar junto al paso viejo del Rio hasta el lugar de dicho Rio por donde se pasaba a la vega en que estaba el hato de Muñoz. Se mediría para arriba y para abajo. En estos idas el lugar aparece como cabecera del partido de Agalteca y nada se habla de Tegucigalpa.”

Mario Felipe Martínez en su escrito “Apuntamientos para una historia de Tegucigalpa y su Alcaldía Mayor”, hace referencia a un documento en donde se hace saber al rey que “hará cosa de 12 a 15 años se descubrieron unas minas de plata que llaman de Tegucigalpa y que al presente están en escasa producción”, la fecha que el autor propone al hacer la retrospección a la fecha del documento, es el año 1574 o 1577. La primera constancia histórica oficial de la existencia de Tegucigalpa como poblado reconocido, data del año 1578 cuando la Audiencia nombra como alcalde mayor a Don Juan de la Cueva.  sin embargo, Carlos Molina Arguello, afirma que a 30 de Marzo de 1580, desde Guatemala, el Gobernador de Honduras Alonso de Contreras Guevara daba cuenta a Su Majestad del descubrimiento de las minas que ya para entonces llamaban Tegucigalpa. La primera noticia  del descubrimiento que había dado un indio a un vecino de la ciudad de Comayagua llamado Gaspar de Santiaponce, la remontaba él a quince meses atrás, es decir, a fines de diciembre de 1578. Aunque lo más probable es que el hecho no ocurriera a fines  sino exactamente el día 13 de dicho mes, en que se celebra  la fiesta de Santa Lucia, nombre con el que precisamente se bautizó esta mina desde la primera carta de su descubridor Gaspar de Santiaponce. En aquella carta refería el gobernador el entusiasmo inicial con que se acudió al descubrimiento y del poco caso que luego se hizo de él. A párrafo seguido, el gobernador añade la noticia del gran descubrimiento efectuado en el mismo sitio por los vecinos de Comayagua Juan Moreno y Pedro de Torres ocurrido hace seis meses. Esto debió ser a inicios de Octubre  de 1579 puesto que el gobernador no se hizo presente en el paraje del definitivo descubrimiento sino días después, el 15 de ese mes, como lo decía expresamente. Pero el presidente Gobernador de Guatemala, el licenciado García de Valverde, se apresuro a proveer una autoridad propia, por lo que a 22 de Junio de 1579 expidió el titulo de Alcalde Mayor de las minas de Honduras que allí se declaraban a favor de Juan de la Cueva y con jurisdicción en los pueblos de Indios que allí se nombraban. Comenzó este servicio a 17 de agosto, quedando erigida la Alcaldia Mayor que solamente dejaría de existir entre 1788 y 1812 bajo el régimen de la Intendencia de Comayagua.

Fuentes:
1.    http://www.historiadehonduras.hn/

1 comentario:

  1. Muchos siglos, es increible y grato para mi saber que desde entonces la mayoria de estos nombres se conservan y el resto de nombres se deriva de aquellos entonces, de nuevo gracias por compartir con nosotros.

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