jueves, 27 de diciembre de 2012

La historia como arma

Dominicales  17 abril, 2011


Rolando Zelaya y Ferrera

Es innegable que con la historia se puede mentir deliberadamente. El historiador es un ser humano producto de una sociedad concreta, determinado por una realidad socio histórica, sujeto él mismo a ciertos valores y juicios que lo inducen a “tornar partido”. Sin embargo, hay que aclarar que no es con toda la historia que se puede mentir, en este caso vale explicar que solo se puede mentir con la historia interpretación (la deducción que el historiador hace del pasado). La otra, la Historia acontecimiento (los hechos históricos) no se puede cambiar. Básicamente, lo que queremos exponer a continuación es la utilización de la historia -interpretación como arma, ideológica.
“Por ideología entendemos el sistema de ideas y representaciones que domina el espíritu de un ser humano o un grupo social.”
Alberto Asís indica que todas las ideologías se caracterizan por tener tres elementos fundamentales:
- Un componente utópico: todas las ideologías tienen un componte utópico desde donde se deducen los valores y comportamientos de quienes las siguen.
- Manipulación del tiempo: toda ideología que se trata de legitimar regularmente realiza una manipulación del tiempo, de tal forma que critica al tiempo presente haciendo ver que sí su ideología se impone sobre las demás, el tiempo futuro será mejor si se le compara con el pasado.)
- Toda ideología implica la designación del enemigo: para tomar fuerza, todas las ideologías definen un enemigo que puede ser interior o exterior.
Además de estas características de las ideologías, también es necesario situar sus niveles de funcionamiento, los contextos en que estas ideologías se presentan. El autor que mejor describe esta situación es Louis Allthusser, quien expresa que las ideologías son cierto número de realidades que se presentan al observador bajo la forma de instituciones precisas y especializadas y que tienen como función esencial contribuir a preservar el tipo de explotación característico de una sociedad clasista, que a la vez las enuncia como Aparatos Ideológicos del Estado (AIE). Él los divide en:
-     religiosos (el sistema de las distintas iglesias).
-     escolares (el sistema de las distintas escuelas, colegios, universidades, etcétera).
- familiares (el matrimonio civil, los Códigos Civiles, y de Familia).
-     políticos.
- jurídicos.
-     de información (prensa, radio, televisión, etcétera).
-    culturales (literatura, bellas artes, etcétera).
De esta manera, podemos concluir que en la visión de la historia como arma ideológica, existen dos perspectivas distintas, que son:
A) La Historia discurso de poder
B) La Historia crítica

Historia discurso de poder
La Historia Discurso de poder es la historia interpretada por quienes están en el poder político y tienen en sus manos los medios de producción. “En este caso, el interés de esta clase política es la conservación de esos poderes y del orden que de ellos se desprende. Se orientará a hacer de la historia una ideología justificadora del estado de cosas presente y a convertirla, en consecuencia, en un discurso de poder. En este aspecto, la historia forma parte de los instrumentos ideológicos con los cuales la clase dirigente mantiene el poder, y lo hace, de varias maneras; una de ellas es mediante el control de las fuentes históricas, las cuales incondicionalmente se encuentran bajo posesión absoluta del Estado. En efecto, casi todas las fuentes históricas se encuentran en manos del Estado (monumentos, ruinas, archivos y documentos) de tal suerte que cualquier historiador que pretenda hacer un estudio sobre el pasado de la historia de Honduras tendrá la difícil misión de revisar solo aquellos documentos que el Estado le permita. La Historia Discurso de Poder se refiere a la también denominada por algunos autores como “Historia Oficial”, la historia escrita y dirigida desde “arriba” -desde el Estado- la cual obviamente es una historia parcializada y al servicio de la élite que conserva el poder económico y político, quienes se sirven de intelectu e historiadores cuyo interés se orientará a hacer de la historia una ideología justificadora del estado de cosas presente y a convertirla, en consecuencia, en un discurso de poder que pretende mantener el status quo de esa elite.

La historia crítica
La Historia ,Crítica, en términos generales, implica el rechazo la Historia oficial, la desmitificación imprescindible de la misma y la construcción de otra historia alternativa, con una visión mas dinámica, popular, masiva y completa hasta donde sea posible, o sea; la Historia Crítica, a diferencia de la Historia Discurso de Poder, es la historia hecha por el pueblo, por las masas o por sus representantes.
Por esa razón, uno de los elementos centrales de la Historia Crítica es el de rescatar el pasado que de alguna manera rechaza otro pasado, aquel del que se ha apropiado la Historia oficial. Pero el rechazo del pasado no excluye el rechazo al pasado. A la versión oficial del pasado, conforme con los intereses del poder, y por tanto mutilada, censurada, deformada; las masas oponen una imagen más sólida, una imagen conforme con sus aspiraciones y que refleja la riqueza real de su pasado. 

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