POLÍTICOS + DESACIERTOS = ¿PAÍS SIN HISTORIA?
Dominicales 12 junio, 2011
BREVE PRONUNCIAMIENTO
Por: Esther Alejandra García Guerra
Por: Esther Alejandra García Guerra
En
esta edición como ciudadanos amantes, protectores y verdaderos
revolucionarios del ideario y conservación de nuestra inigualable,
empero para muchos a conveniencia indefinida identidad nacional, nos es
imperativo pronunciarnos enérgica y reprochablemente ante la comisión e
impunidad de los siguientes actos:
1. La imperante e histórica apatía tanto de los Gobiernos
Centrales por medio de sus órganos creados respectivamente para la
protección, conservación y preservación de la riqueza material e
inmaterial históricamente valiosa y memorable de nuestro patrimonio
histórico, como también de algunos de los empresarios como propietarios,
y de remate de una inconsciente mayoría del pueblo mismo que con su
indiferencia tolera y permite en menoscabo de nuestra propia identidad y
riqueza cultural forjada a lo largo de siglos de historia, sin
detenerse a pensar por un instante que, el futuro lejos de visualizarse
prometedor, debido a la falta de conciencia crítica ante ésta condenable
aniquilación de nuestra raíz y orígenes, que desde ya nos sitúa en un
confuso “desierto de lo real”, “de lo inmediato y transcultural”, “ de
lo causal” y “ de lo fluctuante, pero inexpugnablemente totalizador” en
éste naciente país.
2. La falta de participación ciudadana e interés altamente
reprochable de los órganos fiscalizadores de la buena administración de
los bienes del Estado, que no son más que, el Patrimonio de éste pueblo,
así como de la mayor parte de los medios de difusión que, con su
silencio aniquilan inquebrantablemente la voluntad ciudadana que obedece
a su convicción emancipadora ante la asfixiante pugna por salir de la
banalidad anarquizante avalada por la celebración eufórica, sin
compromiso ético y político de los retos pendientes ante las
institucionalidad garantista de la igualdad, justicia, seguridad y
libertad, irrespetadas ya de forma descarada y cínica hasta por los
mismos legisladores quienes trastocan y juegan con la ley a conveniencia
personal o como pago a favores para sus allegados más poderosos.
3. El repugnante descaro de una larga lista de atrocidades
históricas cometidas por mercenarios políticos y funcionarios que, en la
farsa de construir una “Honduras Mejor” destruye muy convenientemente
la memoria histórica que recuerda las razones del porqué, en el pasado
la construcción de ésta nación se realiza de manera parcial y pragmática
de acuerdo con los intereses de los hombres que deciden y gobiernan el
momento en que se escribe y redacta la historia. Los triunfadores
reinterpretan y define la historia de acuerdo a su propio proyecto de
dominación. Así, el material de trabajo no constituyen recopilaciones
que nos muestren lo que realmente sucedió sino lo que más convino a la
élite; otras interpretaciones alternas y contradictorias no existen o no
están disponibles… ¿porqué? CIUDADANO(A) ¿COMPRENDES AHORA EL PORQUE DE
LA CONVENIENTE DESTRUCCIÓN Y ANIQUILACIÓN DE TODO AQUELLO QUE
HISTÓRICAMENTE LOS INCULPA?
Es por ello, que a través de éste pronunciamiento se desea que,
nuestro pueblo entienda finalmente la importancia de la conservación de
nuestro patrimonio histórico material e inmaterial, puesto que, no hay
que dudar que, es la historia la que nos sirve para establecer una
orientación del hombre en su medio; la que reduce el margen de
incertidumbre en su accionar con el medio que le rodea. Por ello, la
necesidad de indagar en nuestro pasado surge de las necesidades que se
imponen en la vida cotidiana. El conocimiento no es fruto del placer por
conocer, sino el intento del hombre por resolver los problemas que lo
aquejan en su vida cotidiana. Según Villoro, la necesidad de comprender
el presente es la que impele a los hombres a indagar en el pasado para
la búsqueda de las respuestas: El estudio de la historia parte del
presente, el presente plantea las interrogantes que incitan a buscar en
el pasado. La historia intenta dar razón de nuestro presente concreto.
Consecuentemente, con el fin de educar, recordar mediante una real,
seria y objetiva cronología histórica lo aquí pronunciado, se expone a
continuación el registro de algunos de los más lamentables crímenes que
debilitan y atentan contra nuestra propia identidad nacional.
CRONOLOGÍA HISTÓRICA DEL PROBLEMA
Por: Rolando Zelaya y Ferrera
Por: Rolando Zelaya y Ferrera
REFORMA LIBERAL.-
Con la Reforma Liberal se inicia un proceso de manipulación del pasado
histórico en aras de unir una sociedad dividida desde sus orígenes,
creando una historia de nuestro país en donde “debían” caber todos los
integrantes de la sociedad, aunque en términos reales no se incorporaron
a ciertos grupos – indios y negros – a la discusión de la construcción
de país sino que se les excluyó totalmente. Por si esto no bastara, en
años posteriores se les hecho la culpa del atraso social del país. Por
si esto fuera poco, las montoneras propiciaron la destrucción material
de edificios que eran dignos ejemplos arquitectónicos de un pasado
económicamente próspero; los mismos fueron utilizados o como blancos
importantes o simplemente como parapetos en la batalla.
DURANTE LOS AÑOS DE ´50.- El trasiego de artículos
personales así como de piezas arqueológicas se volvió, desde mediados de
los años cincuenta, un excelente negocio para contrabandistas de arte;
el robo de patrimonio cultural se volvió común y en algunas ocasiones
lícito, provocando que gobiernos ignorantes en arqueología cedieran
porcentajes de propiedad sobre artículos descubiertos y que fueron
sacados del territorio nacional con destino a museos importantes, tales
las concesiones de Carías sobre Copán y el Valle de Sula de donde muchas
de sus valiosas piezas yacen fuera de nuestra patria adquiridas
legalmente por convenios con el Estado de Honduras durante ese período.
MÁS SIGNIFICATIVOS FUERON LOS AÑOS ´70, donde una corriente artística
de la arquitectura propuso la modernización de las ciudades destruyendo
los edificios antiguos, una forma de eliminar los remanentes de una
vieja sociedad para inspirar (supuestamente) la creación de una nueva;
allí Tegucigalpa empezó a perder obras importantes como el antiguo
mercado Los Dolores, El Almacén Samaritana y una de las obras
arquitectónicas más elaboradas en la ciudad, el edificio del Banco de
Honduras cuyos dueños lo botaron al enterarse de que podría ser
convertido por UNESCO en Patrimonio de la Humanidad y que esto les
impediría hacer construcciones posteriores en dicho lugar. De un gusto
exquisito, los habitantes de la capital vieron la lenta destrucción
esperando que las autoridades hicieran algo, sin embargo esto pasó como
si nada, tal como acontecería con la Casa Midence frente al Parque Valle
varios años después, demostrándonos que hoy, ayer y quizás por siempre –
si no hacemos algo al respecto- el patrimonio cultural de la nación le
rinde pleitesía a los intereses personales y al dinero.
Los museos de Tegucigalpa fueron prácticamente desmantelados por
razones políticas: el Museo Multidisciplinario de Villa Roy fue
desmantelado debido a que las autoridades políticas del momento
consideraron que eso no era un museo sino una mezcolanza de objetos en
una casa bonita, ignorando por completo el concepto con el cuál fue
creado el mismo. Paralelo a este hecho, se desmantela el Museo Histórico
de la República por considerársele “una aberración nacionalista” y la
colección se traslada a Villa Roy bajo el nombre de Museo de Historia
Republicana. Hoy por hoy, Tegucigalpa no tiene museos estatales abiertos
y los espacios se pierden por otro problema adjunto: la falta de
mantenimiento.
EN LA ACTUALIDAD.- Los presupuestos que los
gobiernos destinan a la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes y por
ende a las dependencias asociadas a ésta (como el IHAH) vuelven la labor
de mantenimiento y resguardo una batalla perdida. Ejemplo de ello es la
antigua Casa Presidencial: se inicio la restauración a mediados de los
años noventa y solo se logró rescatar el patio interior y las salas
bajas, se quitó el parqué original y se sustituyó por linóleo que imita
madera, quitándole toda la elegancia al Salón Azul, las sillas de arrimo
que estaban en el mismo y que se conservaban allí por ser las
utilizadas para los actos protocolarios del presidente fueron retiradas y
parece ser que se encuentran en la nueva Casa Presidencial, de hecho el
autor de este apartado vio a mediados de esta semana que pasó, una de
ellas en un video relacionado a una audiencia en dicha Magna Casa. Villa
Roy es otro ejemplo de esto, cuando se quiso restaurar la primera vez
no se dio el monto necesario para consolidar los principales problemas
del local, hoy esa “decisión política” puede costarnos la pérdida de una
de las casas emblemáticas de la ciudad. La falta de presupuesto siempre
ha sido lo que mantiene maniatado a la Secretaría de Artes, Cultura y
Deportes, de poder realmente hacer una labor nacional ha beneficio del
pueblo hondureño.
A esto hay que sumarle las condiciones deplorables donde se archivan
diarios (hemeroteca, archivos generales), libros y documentos
históricos; el robo de libros y documentos antiguos así como la
destrucción de los existentes por parte de un público inculto que hasta
porta tijeras para cortar de los diarios lo que necesita, y los llamados
expurgos que al final se convierten en botadero de libros y documentos
antiguos; los grupos políticos hacen lo suyo pegando pancartas o
pintando grafitti en las superficies de los monumentos nacionales. Se
habla inclusive de documentos quemados durante los gobiernos solo para
no dejar constancias de sus actividades, terminando con cualquier
posibilidad de investigación por parte de los historiadores, sobre estos
gobiernos. Por último, el hecho de que muchas veces los que son
nombrados en estos puestos no son especialistas sino que activistas
políticos de diferente nivel que, por no comprender la labor a realizar,
no tienen políticas de trabajo definidas que permitan realmente el
cuido y resguardo del patrimonio nacional.
EN CONCLUSIÓN.- No pretendemos acusar a alguien en
particular de algo de lo que todos, de diferente manera, somos
culpables. Pero si pretendemos llamar la atención sobre el hecho de que
el proceso dialéctico marca la lucha de contrarios en las sociedades y
por ello, los grupos que detentan poder no están interesados en la
historia, al contrario, necesitan de la “amnesia histórica” de un pueblo
para su supervivencia, por ello, es hora de que el pueblo hondureño
exija una historia de Honduras confiable y documentalmente respaldada,
sin sellos políticos ni ajustes de grupos a su favor; el cuido de un
patrimonio nacional que permita al hondureño enorgullecerse de su
historia y de lo que es como ciudadano de este país. Entregar estos
aspectos a la manipulación de los políticos solo ha contribuido a
fomentar la división al interior de la sociedad hondureña y a dejarnos
con la extraña sensación de que somos un país sin historia y en el mejor
de los casos, dueño de una historia empacada, inamovible por más de
diez generaciones, que seguimos repitiendo no solo lo que nos contaron,
sino también, repitiendo nuestra actitud de indolencia ante lo que
destruimos. ¿Qué historia heredaremos a las próximas generaciones?
BIBLIOGRAFÍA
El Estado Absolutista, trad. Santos Julia, México, Siglo XXI, 1979.
Bagú, Sergio, Tiempo, realidad social y conocimiento, México, Siglo XXI, 1980.
Bloch Marc, introducción a la historia, México, FCE, 1952.
Braudel Fernand, La historia y las ciencias sociales, España, Alianza, 1974
Carr Edward, ¿Qué es la historia?, España, Ariel, 1985
Pereyra Carlos, Luis Villoro, Arnaldo Córdova, et al. Historia, ¿Para qué?, México, siglo XXI, 1980
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