Movimiento Magisterial
Dominicales 27 marzo, 2011
Por: Rolando Zelaya y Ferrera
Los inicios de la organización
magisterial en Honduras se remonta al de Marzo de 1895 con la fundación
en Tegucigalpa de la Academia Central de Maestros, la que tenía por
objetivo propiciar el mejoramiento del docente; este tipo de
organización se generalizó en el país, quedando legalizadas con la
emisión del Reglamento General de Instrucción Primaria el 31 de Mayo de
1898, caracterizadas por el carácter académico y no reivindicativo. La
Academia Central de Maestros subsistió hasta el año de 1936.
A partir de 1916, nació en el seno del magisterio nacional una nueva
forma organizativa con características mutualistas, mentalidad que se
extendió entre el magisterio entre 1916 y 1963 y caracterizada por el
hecho de que los educadores se asocian para desarrollar actividades de
ayuda mutua en lo concerniente a su preparación y prestigio profesional;
a éstas se les llamó Sociedades de Maestros, la primera de ellas fue la
Sociedad Copaneca de Maestros, generalizándose posteriormente en todo
el país. En 1928 se fundó en Tegucigalpa, la sociedad Magisterio
Nacional, primera organización de docentes reconocida oficialmente por
el Estado, según acuerdo ejecutivo No. 1084 del 1 de Diciembre del mismo
año, participando en ella los educadores más destacados de la época
como Saúl Zelaya Jimenez, Víctor F. Ardón, Miguel Morazán, dolores
Ayestas, Carmen Cárdenas, entre otros.
Entre las principales aspiraciones de la sociedad, se encontraba la
fundación de la Federación de Maestros de Honduras, con carácter
nacional, sin embargo los intentos realizados en los años de 1929, 1936 y
1947 fracasaron debido a la orientación oficialista de sus dirigentes y
por el escaso apoyo de la base magisterial. Durante el gobierno de
Tiburcio Carías Andino se intentó someter al magisterio ideológicamente,
imponiendo una concepción apostólica de la labor docente, lo que
impedía reclamar sus derechos e incluso exiguo salarios de veinte o
treinta lempiras mensuales, al respecto, Flor Lecca Bejarano afirma
que”…tras la apoliticidad e intachabilidad del maestro se hizo de estos y
de sus organizaciones elementos dóciles a la política oficialista.”
Con la llegada de Juan Manuel Gálvez a la presidencia de la República
el 1 de enero de 1949, se inicia un período de mayor tolerancia
política y social, ello permitió cierta apertura hacia los sectores
populares. En el caso del magisterio, se inicia un nuevo intento por
crear una organización a nivel nacional mediante la formación de la
Federación hondureña de Maestros FHM, reconocida oficialmente según
Acuerdo ejecutivo No. 1467 del 11 de Octubre de 1951. Nace en el marco
de la Primera Convención Nacional de Maestros celebrada en San Pedro
Sula en septiembre de 1950, bajo la ideología de ser una organización de
carácter gremial, apolítica en sentido partidista y laica; su
principales fines eran:
• Unificar y compactar el Magisterio Nacional con el propósito de
constituir una organización capaz de dirigir sus funciones hacia el
logro de sus objetivos.
• Levantar el nivel económico del maestro.
• Crear una nueva conciencia magisterial con plena responsabilidad de sus deberes y derechos.
• Procurar la fijación de un sueldo mínimo vital para los maestros.
• Exigir la formación y vigencia de un escalafón de maestros que regule el ascenso profesional y la escala progresiva de sueldos.
• Luchar porque se cumplan los derechos y deberes, fueros y privilegios del magisterio.
• Proteger a los miembros federados que sean víctimas de cualquier autoridad pública o privada.
• Construcción de viviendas para maestros.
• Sostener un órgano de difusión.
• Levantar el nivel económico del maestro.
• Crear una nueva conciencia magisterial con plena responsabilidad de sus deberes y derechos.
• Procurar la fijación de un sueldo mínimo vital para los maestros.
• Exigir la formación y vigencia de un escalafón de maestros que regule el ascenso profesional y la escala progresiva de sueldos.
• Luchar porque se cumplan los derechos y deberes, fueros y privilegios del magisterio.
• Proteger a los miembros federados que sean víctimas de cualquier autoridad pública o privada.
• Construcción de viviendas para maestros.
• Sostener un órgano de difusión.
La estructura interna estaba conformada por una Asamblea Federal
Legislativa, un Consejo Federal Ejecutivo y los Consejos
Departamentales. Los principales logros de esta organización fueron la
adquisición de la editorial La Evolución para la producción de
materiales y publicaciones; la fundación del Seguro del Maestro; la Sala
del Maestro en el Hospital San Felipe; la adquisición de un terreno
para construir la casa del maestro en la ciudad de Comayagüela; el haber
gestionado para la emisión de un decreto autorizando a las autoridades
del gobierno central, municipales y distritales, para conceder a los
maestros un lote de terreno a fin de que construyan sus respectivas
colonias; una petición para que la Ley de Colegiación Profesional
Obligatoria pudiera incluir a los maestros.
A pesar de todos estos logros, la Federación Hondureña de Maestros no
pudo consolidarse debido en gran medida a la abulia y negligencia de
los miembros que integraban el Consejo Federal Ejecutivo, así como la
indiferencia manifiesta y la falta de conciencia gremial de los maestros
hondureños. La organización prácticamente desapareció en 1962 y a
partir de 1963 no pudo reorganizarse, dejando como resultado una gran
desconfianza de los maestros hacia sus propias organizaciones. A partir
de ese año, los educadores continúan repartidos entre las diferentes
sociedades y organizaciones existentes en el país en un total de 8612
educadores de amos sexos, en su mayoría participaban de las sociedades
mutualistas; esto acentuó más el fraccionamiento de la FHM.
A pesar de haber acaecido un aumento de sueldo, clasificación y
centralización estatal del pago de los maestros de educación primaria,
mediante Decreto No.173 – 1957, la realidad socioeconómica de los
docentes continuaba siendo precaria. Agregado a ello, existían una serie
de exigencias sociales hacia los mentores como ser vestir formalmente
de forma permanente o participar casi obligatoriamente en toda actividad
comunitaria, herencia de la concepción apostólica del cariato. Estas
situaciones lejos de motivar hacia la profesión magisterial, alejaban
inclusive a los participantes directos de ella, por ello gran cantidad
de maestros formados optaban por dedicarse a otras actividades de les
reportasen mejores ingresos, pero los que continuaban en la profesión,
lo hacían con grandes malestares hacia la misma por la difícil situación
socioeconómica que va a provocar el despertar del movimiento
magisterial.
Otro de los problemas a enfrentar, era la inestabilidad laboral. Los
maestros eran nombrados anualmente por la Secretaría de Educación
Pública mediante Nóminas de Personal, elaboradas por los supervisores
Departamentales, proceso en el cual se inmiscuían ilegalmente políticos,
alcaldes, burócratas, personas adineradas, militares de cerro con
influencias…desnaturalizándolo y arbitrariamente decidiendo que maestros
seguirían laborando y quienes tendrían que buscar empleo, creando un
magisterio jurídicamente desprotegido y rendido a los caprichos de
cualquier cacique local. Sumado a este problema, del total de 3667
escuelas elementales, la mayotía estaban abandonadas a las pocas
reparaciones que la comunidad a instancias de los maestros podían hacer;
se dio el caso de docentes impartiendo clases a alumnos bajo la sombra
de un árbol por lo general sin mobiliario.
La huelga magisterial que marcó el despertar gremial de los
educadores hondureños, tuvo su origen en la moción presentada por el
Doctor Eugenio Matute Canizales proponiendo un aumento de sueldo para
los maestros., sus pretensiones quizás eran mejorar la situación del
magisterio y a la vez crear problemas al gobierno opositor liberal del
Dr. Villeda Morales, atrayendo al mismo tiempo simpatías del gremio
magisterial hacia su persona y el Partido Nacional. Las reacciones se
dieron el mismo día y fueron muy variadas, desde felicitaciones hasta
insultos y amenazas, el magisterio reaccionó con escepticismo por lo que
el Dr. Canizales presentó la moción el 23 de marzo en la Asamblea
General ante 700 maestros que al final, acordaron respaldar la moción y
no descansar hasta lograr un resultado positivo que mejorara la difícil
situación que arrastraban. Para ello se integró un Comité Central
Pro-Defensa Intereses del Magisterio Nacional, organismo que se erigió
en el núcleo orientador del magisterio local y luego del nacional. De
esta forma y desconociendo las intenciones del Dr. Matute Canizales, los
maestros toman la bandera reivindicativa por la que estaban dispuestos a
luchar.
Se inicia así una intensa campaña organizativa y propagandística de
todos los medios disponibles, tratando de lograr el apoyo de los
diputados de la segunda republica, sin embargo, estos no atendían las
peticiones por considerarlas politizadas contra el gobierno liberal.
Quienes si respondieron y se solidarizaron moral y materialmente fueron
los estudiantes de la UNAH, la Pedagógica, el Central Vicente Cáceres,
la Escuela Normal de Varones, las sociedades de padres de familia, las
organizaciones sindicales, todos ellos con el común denominador de
reconocer la labor del docente y las injusticias que se estaban
cometiendo. Durante los meses de abril y Mayo el tema se convirtió en
interés público. Los medios de comunicación se transformaron en campos
de batalla donde se llevó a cabo la pugna entre benefactores y
detractores de la moción; mientras tanto se esperaba el dictamen del
Consejo Nacional de Economía pero en vista de su tardanza el Comité
Central resolvió el 23 de marzo acordar en un pronunciamiento que
fijaban un plazo límite hasta el 27 para que se diera una respuesta o de
lo contrario irían a huelga general.
La respuesta, brindada al día siguiente del comunicado, no fue de
acuerdo a los intereses de los maestros, en cuanto a que la comisión
“…no ha encontrado base objetiva para suponer que la situación económica
del maestro haya empeorado…” Vista la situación, ese mismo día 24 de
Mayo por la tarde, se reunió una delegación de dirigentes magisteriales
con el Presidente Villeda Morales y sus asesores, para discutir una
nueva propuesta de aumento salarial elaborada por los maestros y
consistente en un aumento del 50% al sueldo base entonces de Lps. 100.00
mensuales. Al final de la reunión, se había acordado una comisión mixta
de profesores y diputados par resolver el problema y suspender la
declaratoria de huelga hasta el 30 de Mayo.
Los integrantes de la comisión se volvieron antagonistas: los
maestros querían el 50% y los diputados el 25%, en vista de ello las
negociaciones fueron interrumpidas y el jueves 30 de Mayo el comité
Central Pro-Defensa de los Intereses del Magisterio Nacional hizo formal
entrega ante el Poder Legislativo del acuerdo por el que se declaraba
un paro general e indefinido de labores educativas en toda la República,
por primera vez en la historia del magisterio hondureño, contando con
la solidaridad de estudiantes, padres de familia, sindicalistas y
sociedad en general. Después de un fin de semana tenso sobretodo en la
capital de la República, el 1 de Junio el congreso Nacional, de forma
unilateral, aprobó un aumento del 25% intentando aplacar a los maestros,
pero ello no tuvo eco ni en la dirigencia ni en la base del movimiento.
El 3 de Junio fue el día de mayor tensión: Tegucigalpa amaneció con
barricadas en las principales calles, avenidas y puentes, rápida y
puntualmente maestros y estudiantes que simpatizaban con la huelga se
presentaron a lugares asignados para interrumpir el tráfico de vehículos
y personas como medida de presión frente a las autoridades del
gobierno. Hasta ese momento, los roces entre maestros y rompe-huelgas no
habían pasado de ser leves, sin embargo, Francisco Urquía, activista
del Partido Liberal, pretendió pasar el puente Guacerique a eso de las
5:00 p.m., el paso le fue impedido de manera cortés y firme lo que no
impidió que el señor Urquía iniciara una balacera en la que murió Miguel
Benítez Hernandez, una persona totalmente ajena a la huelga y que
transitaba por el lugar, aparte de provocar graves heridas a Jose
Cassasola, representante de CLASC en Honduras, Marco Tulio Benítez,
estudiante normalista y Luis Ramos, estudiante universitario; quienes
pudieron salvar la vida gracias a la inmediata asistencia médica
recibida.
El repudio ante el asesinato fue unánime en los diversos sectores
sociales por lo que el 4 de Junio de 1963, el Congreso Nacional,
mediante reconsideración del acta Anterior del sábado 1 de Junio,
reformó el Decreto 173 de 1957, fijando el sueldo base para los maestros
en Lps. 150.00 mensuales y a los empíricos en Lps.90.00 mensuales,
aparte del derecho de gozar de estabilidad laboral en sus cargos, no
pudiendo ser destituidos p descendidos sin juicio previo, en el que se
comprobara falta que justificara la destitución. Este triunfo permitió
al magisterio reconocer la necesidad de constituir una organización
capaz de proteger y ampliar los derechos y aspiraciones del gremio.
Cuando se aprueba la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria
mediante Decreto No. 73 del Congreso Nacional, el 17 de mayo de 1962,
las sociedades de maestros inician su camino hacia la transformación en
colegios profesionales, en especial las tres existentes en aquel momento
en Tegucigalpa: la sociedad Magisterio Nacional, fundada en 1928; la
Acción Magisterial Hondureña, fundada en 1952 y la Asociación de
Maestros Hondureños, que fue la que comenzó el proceso transformándose
en el Primer Colegio Magisterial Hondureño de Maestros PRICPHMA
(Septiembre de 1962); le siguió Acción Magisterial Hondureña llamándose
Colegio Profesional Acción Magisterial Hondureña (27 Octubre 1962) y
finalmente la sociedad Magisterio Nacional adopta el nombre de Unión
Magisterial COPRUM (16 Marzo 1963), haciendo las reestructuraciones
internas que cada una necesitaba para funcionar bajo la nueva modalidad.
Las estructuras organizativas producto de la huelga del ’63 sirvieron
de base para que el PRICPHMA se fusionara con el rebautizado Colegio
Profesional superación Magisterial Hondureño COLPROSUMAH, inaugurándose
así una nueva fase en el proceso histórico del magisterio denominado
gremialismo (1963-1970) caracterizado por el nacimiento de un movimiento
magisterial permanente y organizado independiente de los sectores de
poder tradicionales con claros objetivos reivindicativos, por cuya
naturaleza, se relacionó con el movimiento popular constituido por
organizaciones similares de obreros, estudiantes y otros. El COLPROSUMAH
fue bautizado formalmente en su primer Congreso Ordinario el 17 de
Septiembre de 1963.
El 11 de Diciembre de 1964 se aprueba la Ley Orgánica del COLPROSUMAH
y el 15 de Febrero de 1965 la Ley Orgánica del PRICPHMA, para Marzo de
ese año surgirá la Unión Magisterial, procediendo posteriormente a la
elaboración, solicitud y aprobación de la Ley Orgánica de Educación y su
reglamento, durante el período de la constitucionalizarían del Régimen
Militar de Oswaldo López Arellano. En 1969 se da la huelga magisterial
contra cuatro funcionarios del Ministerio de Educación, considerados
violadores de las leyes educativas y en 1970 integra el FUP
desarrollando una lucha contra el continuismo de Oswaldo López y el
Pacto de Unidad Nacional, lucha que volverá a repetirse en 1975 contra
el régimen de Juan Alberto Melgar Castro, en especial a raíz de los
hechos acaecidos en Santa Clara y Los Horcones, Olancho. Para los años
’80, el Movimiento Magisterial se encamina hacia la aprobación del
estatuto del docente, consignado en el Artículo 165 de la constitución
de la República, el 13 de Abril de 1982.
Ello provocará que, en Diciembre de 1982, durante la realización del
XXI Congreso Ordinario, las sedes magisteriales sean tomadas por
elementos de la DNI y otras fuerzas afines al gobierno, impidiendo el
acceso a la Junta directiva elegida e imponiendo a Junta directiva
títere nombrada para tal efecto en Ocotepeque, la represión de que fue
objeto el Movimiento Magisterial en este período fue tal el caso
COLPROSUMAH se volvió un problema político, se iniciaron pláticas con
diversos sectores en 1984 pero ante la infructuosidad de los mismos, el
11 de Febrero de 1986, se intenta recuperar la sede del COLPROSUMAH en
una acción que no tuvo ningún éxito inmediato pero que sí permitió que
el Congreso Nacional se ocupara el problema. El 10 de Abril de 1986, que
intentó resolver el problema interno sin ningún éxito; es más, el
COLPROSUMAH empezó a dispersarse como organización y la lucha por el
Estatuto del Docente fue abandonada., lucha que es retomada en los
últimos años y que ha mermado con la aprobación del estatuto del docente
y la unificación del COLPROSUMAH.
El Movimiento Magisterial, como ha podido apreciarse, aparte de la
lucha por el mejoramiento personal del magisterio en cuanto a sus
niveles de vida y profesionalización, también ha luchado contra la
corrupción en el Ministerio de Educación y por el respeto a los derechos
humanos, la soberanía nacional y la autodeterminación nacional.
excelente trabajo. debiera ser leido por todo los que nos relacionamos a las actividades educativas.felicitaciones
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